Acerca de las tendencias en Rendimiento Deportivo

El “progresismo” en la actividad física. 

                Core, walking, cycling, wellfit, body pump, kettlebell, GAP, hipopresivos, Tabata, tiritas nasales  y no sé cuántos términos más tenemos que dominar para estar “culturizados” en el mundo del entrenamiento deportivo. Qué lejos queda eso de hacer abdominales, coger la bicicleta o caminar. O sea core, cycling y walking respectivamente. Todavía queda más patético si por querer estar al día el entendido o entendida lo pronuncia tal cual “core”, “ciclin” o “workin” en vez de /kɔr/, /ˈsaɪkling/ y /wɔking/.
                Hace ya algunos años llegó el progresismo al deporte en general y al supuestamente relacionado con la salud en particular. Además con esto pasa como con el fútbol, todo el mundo entiende, incluso no saber de estos temas puede suponer quedarte fuera de juego en alguna que otra tertulia.
                Mi intención con esta serie de artículos es añadir algo de luz al respecto, tratando de abogar por el avance y la actualización en Educación Física, nunca más apropiado el término, aunque alguno hubiera escrito fitness, workout …,  y alejándome del cambiar por cambiar tan confundido hoy en día por innovar.
                A este respecto sería muy posible escribir ríos de tinta, tanto a favor como en contra. Sabiendo que en internet o en  las redes sociales nos cuesta trabajo leer grandes documentos, editoriales extensos etc., trataré de hacer un esfuerzo por ser escueto y no aburrir al lector.
                Días atrás, viendo Moto GP, vi nuevamente a Valentino Rossi con las Tiritas nasales, como él hay muchos que, en deportes como el motociclismo o automovilismo, ven una ayuda importante utilizar este tipo de materiales. Cualquier día lo veremos también en el ajedrez.  Asimismo, no sería la primera vez que escucho a un entendido hablar de la importancia de acompasar la ventilación al ritmo de carrera incluso forzando la inspiración por la nariz y la espiración por la boca. Esto último no sólo lo dicen los “antiguos”,  que lo relacionaban con la disciplina y el orden, también los nuevos entendidos provenientes de ciclos formativos, coaching o de los nuevos grados de Educación Física.
                En este artículo voy a tratar de exponer lo maravilloso de las Tiritas nasales en materia deportiva, para continuar más adelante con toda la retahíla de términos, materiales y técnicas que nos acompañan hoy en día en lo que me he permitido el lujo de llamar “progresismo deportivo”.   
                Desde que somos pequeños, allá por los 9 ó 10 años de edad, en conocimiento del medio o las ciencias naturales de antaño, no explicaban la función de la nariz en el proceso respiratorio. Como es lógico, permite que el aire llegue a los pulmones, ayudando a este objetivo a la boca, aunque a diferencia de ésta, tiene una luz mucho más estrecha que ayudada de los cornetes (una especie de recovecos donde el aire se frena) y las vellosidades, permiten que el aire entre más limpio, más húmedo y con mejor temperatura. A cambio la cantidad de aire que entra es mucho menor que la que lo hace por la boca. Esto, que pudiera no parecer muy importante,  supone un coste energético del orden del 19% del déficit de oxígeno, con las posibles variaciones a más o a menos en función de eficiencia de los movimientos ventilatorios. Como podemos imaginar, forzar la ventilación por la nariz (inspirar por la nariz y espirar por la boca) no conduce nada más que a incrementar el gasto energético, es decir desperdiciar energía en el proceso respiratorio.
                Parecería que con mayor motivo tendría sentido la Titrita nasal para facilitar la entrada de aire, pero ya hace mucho tiempo (años 80), estudios científicos demostraron que en ejercicio máximo, la ventilación pulmonar por minuto representa sólo el 60%-80% de la capacidad total respiratoria de una persona.
                Quiere decir esto que sin hacer ningún tipo de modificación del patrón respiratorio, o sea, respirar como te pide el cuerpo, introducimos el aire que se necesita para que se produzcan el conjunto de reacciones metabólicas que permitirán que se genere la energía demandada por los músculos y, en todo caso, la fatiga o limitación del trabajo muscular vendrá por otras causas que no son las ventilatorias.
                Siendo un poco más claro, se podría decir que hiperventilando con todas nuestras ganas, introduciríamos más aire en los pulmones del que puede ser utilizado por los músculos ejercitándose a máxima intensidad. ¿Para qué necesitamos entonces abrir la nariz?, no digamos ya si este esfuerzo es submáximo.
                No sé cuál será el motivo de Valentino Rossi y otros pilotos que las usan, pero podría ser más un fin mercantilista que de rendimiento deportivo.
                Al margen de estos motivos estarían lógicamente el uso adecuado para situaciones patológicas como rinitis u otras que redujeran mucho el paso del aire por las fosas nasales y esto condujera a sequedad en la boca u otro tipo de molestias de las vías aéreas.
                Finalmente lo de inspirar por la nariz y espirar por la boca acompasándolo con el ritmo de carrera tendría peor lógica que lo anterior, porque sí, entraría el aire limpísimo, húmedo y a buena temperatura, pero con un coste energético extra (por forzar a meter el aire sólo por la nariz) y en los casos de una exigencia mayor, quizás la imposibilidad de introducir todo el aire necesario sólo por esta vía. Eso sí, queda muy bonito, rítmico, ordenado…
                                Espero haber contribuido en este primer artículo a aclarar algunas de las falsas interpretaciones de la fisiología del esfuerzo. En el próximo expondré mi punto de vista al respecto de los hipopresivos.
               

EJERCICIOS HIPOPRESIVOS

Avancemos en la actualización de la Educación Física. Hoy toca hablar de los  hipopresivos. Hace unos días, tratando de actualizarme de todos estos temas, vi que todo el mundo habla bien de este tipo de ejercicios, hasta que de repente alguno de los que le ha ido mal, se atreve a decir lo que le está pasando. “Llevo una semana haciendo hipopresivos bajo supervisión de un fisioterapeuta para mejorar una diástasis abdominal y desde entonces tengo dolor intenso en el suelo pélvico, hasta el punto que me cuesta andar erguida. Antes de los hipopresivos nunca me había dolido en esa zona. Supongo que tiene más contraindicaciones de las que decís. Un saludo”.
                Haciéndome eco de este comentario en uno de los innumerables foros sobre el tema, me he decidido a dar mi humilde punto de vista al respecto.
¿Qué son los ejercicios hipopresivos?  este tipo de ejercicios fueron creados por el Dr. Caufriez alrededor de 1980 en la búsqueda de un adecuado entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico para el post-parto, de aquí evolucionó hacia la “gimnasia abdominal hipopresiva” cuyo  objetivo inicial era buscar una técnica de fortalecimiento muscular que fuese beneficiosa para la faja abdominal pero sin efectos negativos sobre el suelo pélvico.
Cuáles son los argumentos en favor de los ejercicios hipopresivos según el Sr.  MARCEL CAUFRIEZ:
1.       REDUCE LA CINTURA
Los abdominales hipopresivos reducen la cintura pues contrae la faja abdominal de forma no voluntaria. Estos ejercicios logran que la barriga entre sola sin que hagas ningún esfuerzo para esconderla. Esto aumenta el tono de reposo de tu faja abdominal. En relajación te verás con un abdomen más plano y duro. La barriga que te observas por la mañana desaparecerá.
                Yo me pregunto por qué una contracción muscular normal no aumenta el tono muscular como ocurre con otras zonas del cuerpo y sí lo hacen ese tipo de ejercicios que, asimismo contraen la musculatura, aunque con isometría y apnea respiratoria. ¿Cómo se puede añadir que a la mañana siguiente desaparecerá?

2.       DISMINUYE EL DOLOR DE ESPALDA
Los ejercicios hipopresivos hacen que las vértebras se separen y que sean descomprimidas por la disminución de la presión de manera que las lumbálgias, dorsalgias y otras molestias de la espalda disminuyen o desaparecen.
                Cuando la espalda duele, entre otras muchas cosas, puede ser porque no hay presión suficiente en la pared abdominal (personas muy obesas). En estos casos la lordosis lumbar se acentúa y aparecen las lumbalgias y todo tipo de problemas asociados. Cuando evitamos el sobrepeso y mejoramos la musculatura general del tronco (con multitud de ejercicios y deportes bien orientados) la columna está muy estable y se minimizan los desplazamientos intervertebrales. Otra cosa será favorecer la relajación de los discos intervertebrales con otro tipo de ejercicios complementarios (que pueden ser muy variados y no sólo los hipopresivos).

3.       MEJORA LA FUNCIÓN SEXUAL
El aumento del riego sanguíneo y el aumento de sensaciones en la zona genital aumentan el deseo, las sensaciones y el control en todo lo referido con el sexo.
                En este tema no me atrevo a dar una opinión de peso, pero siempre vende mucho lo del sexo. ¿Y si va bien y es la solución a la baja autoestima sexual…? Habrá que probarlo.

4.       AUMENTA EL RENDIMIENTO DEPORTIVO

                La mejora de la musculatura respiratoria, el aumento de glóbulos rojos, la mejora postural y biomecánica provoca un gran aumento del rendimiento deportivo. Los glóbulos rojos, la EPO y otros parámetros sanguíneos aumentan en mayor proporción que en los entrenamientos de altura.
                Adiós a los Centros de Alto Rendimiento Deportivo (CARD). Y además no se detecta en los controles antidoping. Recordad lo que comenté en el artículo anterior de las tiritas nasales, la fatiga respiratoria (ventilatoria) no es frecuente y no encuentro el argumento para la mejora de los glóbulos rojos. Incluso el entrenamiento complejo con permanencia en altitud ha sido cuestionado en la mejora del hematocrito, pero unos hipopresivos bien hechos tres días en semana será la panacea para los deportistas de resistencia.

5.       SOLUCIONA Y PREVIENE LA INCONTINENCIA URINARIA.
        Todas las investigaciones muestran disminuciones muy elevadas de la incontinencia urinaria incluso en mujeres de avanzada edad. El aumento del sostén que hace un suelo pélvico competente y la recolocación de la vejiga son algunas de las explicaciones.

                Este logro se hace siempre que se mejore la musculatura del periné, que se hace con ejercicios específicos que no tienen por qué ser hipopresivos. Este tipo de ejercicios fueron  perfectamente definidos  por el Dr. Arnold Kegel  en 1940 para mejorar el tono del músculo pubococcígeo  y nada tienen que ver con los hipopresivos.

6.       PREVIENE HERNIAS

      Las hernias abdominales, inguinales, umbilicales, discales, vaginales, las pubalgias,… se provocan por dos factores: 1- Un aumento de presión y 2- Un tejido que no aguanta. Los hipopresivos aumentan el tono muscular de la faja evitando que los lógicos aumentos de presión de los esfuerzos, la tos, los deportes,…provoquen hernias.

         Los aumentos de presión en la zona abdominal  entran dentro de las posibilidades funcionales del cuerpo humano. Simplemente desde el punto de vista escatológico, nadie puede evitar esa función básica, que en algunas ocasiones eleva la presión intrabdominal a niveles difícilmente igualables en ninguna modalidad deportiva; por no volver al punto 3 en el que algo o mucho de presión intraabdominal  debemos ejercer. Sí es cierto que el tejido debe aguantar y una correcta orientación físico-deportiva y nutricional ayudará a este objetivo, incluyéndose ejercicios hipopresivos y otros correctamente planteados.

7.       EXCELENTE MÉTODO PRE Y POST PARTO

        El método hipopresivo surgió de la fisioterapia postparto y es considerado como el mejor método de preparación para el parto y de recuperación del mismo, siendo aplicado en hospitales y clínicas de muchos países.

        Desde luego es una actividad física recomendable para estas situaciones de la mujer, aunque debe ser complementada con muchas otras asimismo importantes.


8.       MEJORA LA FUNCIÓN RESPIRATORIA

        Los músculos inspiradores y espiradores son potenciados, esto soluciona problemas de asma y mejora la captación y el aprovechamiento del oxígeno.

        Hombre para paliar los problemas de asma hay muchas terapias posibles, pero en lo que hay que centrar el tratamiento es en la capacidad de relajación de la musculatura bronquial, favoreciendo especialmente la espiración que es la que se ve más impedida, y para esto creo que los hipopresivos no son la panacea.

9.       MEJORA LA POSTURA Y EL EQUILIBRIO

        Los abdominales hipopresivos proporcionan una regulación del tono muscular general. Disminuye los excesos de tono de algunos grupos musculares que tienen un exceso del mismo y aumenta el tono de los músculos que tienen un defecto del mismo. Es lo que se conoce como normotonización y proporciona unas mejoras posturales evidentes en pocas sesiones.

        La verdad es que el término normotonización está muy bien y es objeto del ejercicio físico salud, pero son tantas las posibilidades de conseguir este objetivo variando las opciones de ejercicio, que sería más deseable la variedad de modalidades físico-deportivas con algunos complementos como los hipopresivos, que no decir que éstos por sí solos son los que nos darán la deseada normotonización.

10.   SOLUCIONA Y PREVIENE LAS CAÍDAS DE ÓRGANOS INTERNOS

        La aspiración que se provoca dentro del abdomen hace que la vejiga, el recto y, en las mujeres, el útero se recoloquen fácilmente en su sitio.

        A este último punto le voy a otorgar una aprobación, aunque con matices por eso de recolocar los órganos en su sitio “fácilmente”

        Como conclusión final, tanto este tipo de ejercicios como muchos otros, coadyuvan en la mejora tanto de la salud como del rendimiento deportivo, pero de ahí a encumbrarlas a un nivel superlativo no me parece de recibo.


        También quería añadir una sencilla reflexión acerca de los detractores del trabajo abdominal clásico o de muchos de los que mal hablan de las contracciones bruscas de la musculatura del tronco o la combinación de movimientos de rotación con flexión extensión o inflexión lateral. Sólo pensad en cómo se contrae la musculatura o cómo son los movimientos en un saque de Rafa Nadal, una zambullida en los saltos de trampolín o en un chut de Ronaldo. Según estas opiniones habría que prohibir estas modalidades deportivas. Actuando con cierto sentido común, quien no debe hacer estas prácticas deportivas será aquel que su cuerpo no se lo permita por diferentes circunstancias, mala condición física, posibles lesiones latentes, la edad… pero aquel que se encuentre en condiciones óptimas, dejémoslo disfrutar.